Vuca, Bani Tuna, Rupt… son el resultado de nuestra necesidad de entender nuestro entorno para hacerlo manejable. Necesitamos disponer de una representación simplificada de nuestra realidad que nos explique qué está ocurriendo y por qué las cosas no suceden como antes.

 

Vamos a detallar cada uno de ellos…

 

VUCA es un término que en el que cada inicial corresponde con una palabra: Volátil, Incierta, Compleja y Ambigua. Todas ellas describen una situación en la que el cambio está presente. Este término surge en los años 90, en un entorno militar, para referirse al periodo posterior a la Guerra Fría y poco a poco se asume en el mundo de la empresa.

Si miramos con perspectiva, es una época en la que comienza un gran crecimiento a nivel mundial y una gran internacionalización. Todo cambia con fuerza y gran rapidez, muchos son los actores y, por lo tanto, muchos son los posibles desenlaces. El cambio en la gestión llega a las empresas, que tienen grandes necesidades de ampliar sus mercados y sus cuentas de resultado. Esto hizo que el liderazgo evolucionara y que loe viejos modelos empezaran a fallar. Poco a poco surge una idea de que nada es inamovible y, por lo tanto, todo es VUCA.

VUCA surge en un momento en que se identificaba a la información como poder, pero ante la velocidad de los cambios y el acceso a cantidades ingentes de información, la información deja de ser fundamental en las predicciones.

 

BANI es un concepto creado por Jamais Cascio en un artículo titulado “Enfrentado la era del Caos” y que se aceptan en 2020 tras el paso de la pandemia porque el concepto VUCA se quedaba obsoleto, y recoge un gran cambio, VUCA se refiere al presente y BANI, incluye el futuro. BANI son las iniciales inglesas de Frágil, Ansioso, No Lineal e Incomprensible.

BANI nos ayuda entender lo que ocurre para no sentirnos perdidos por la forma en la que se producen los cambios y de forma indirecta nos muestra el camino a seguir enfocándonos en las soluciones y en las respuestas.

La fragilidad que vivimos hace que no podamos confiar al 100% en las fortalezas que una organización o institución tiene, ya que las circunstancias pueden cambiar en un instante y trastocar todos los planes. Una pandemia, un movimiento en los tipos de interés o el precio de determinada materia prima pueden hacer que un sector quiebre. Es muy destacable que la forma en la que sucede no proporcionada y no línea, y puede pequeños movimientos crean grandes cambios o al revés. No creo que se haya roto la ley de la causa y el efecto, sino que no estamos siendo capaces de asociarlo con toda claridad, lo que hace que veamos la situación como incompresible y la vivamos con ansiedad por la forma en la que se dan los cambios.

Más que nunca, las organizaciones tienen que desarrollar su resiliencia para sobrevivir y eso pasa por conocerse internamente y conocer sus fortalezas y conocer al mercado, al tiempo que desarrollan una flexibilidad camaleónica enfocada en la acción y en los resultados.

 

Otro término es TUNA, su origen es la universidad de Oxford, y son las siglas de Turbulencia, Incertidumbre, Novedad y Ambigüedad. TUNA nos habla de turbulencias, esto me lleva a pensar en cuando viajo en avión y se producen las turbulencias, son sorpresivas, no planificadas, desagradables. No asustan al principio, pero tenemos que lidiar con ellas y protegernos en lo que podamos, lo más rápido posible. En el día a día nos ayuda la planificación y el contemplar diferentes escenarios.

 

VICA es otro acrónimo utilizado como una variación de VUCA, que incluye en la ecuación el término Infinito, para referirse a que nos encontramos ante infinitos desafíos e infinitas posibilidades.

 

DRIVE es el término que se utiliza para hablar de Disrupción, Riesgo, Innovación, Volatilidad y Exploración. Aunque el término es nuevo, la mayoría de sus conceptos forman parte de los manuales de estrategia empresarial, con la única de excepción de volatilidad. Este término nos invita a adoptar la disrupción y la innovación, junto con la gestión de los riesgos de forma proactiva para explorar nuevas oportunidades en entornos volátiles.

 

ACDC es el acrónimo para definir un entorno Ambiguo, Complejo, Disruptor y Cambiante. Al igual que DRIVE incorpora el término disruptor, como forma de mostrar la forma en la que el cambio llega e nuestros entornos.

 

Finalmente, está el término RUPT o disRUPTor acuñado por el Centro de Liderazgo Creativo. Las iniciales corresponden con las palabras inglesas de rápido, impredecible, paradójico y enredado. Si tomamos un poco de distancia de nuestro día a día podemos evidenciar que la definición es bastante acertada. Si bien encontré en un artículo de Luis Reyes un enfoque basado en las cualidades y habilidades a desarrollar en estos entornos y que RUPT, una Realidad nueva que hay que Comprender, que nos trae nuevas Posibilidades y en la que tenemos que trabajar con Transparencia.

 

Independientemente del término que utilicemos, debemos comprender algo que nos enseñó Heráclito “Lo único constante es el cambio”. Todo cambia a nuestro alrededor, tanto que “no podemos bañarnos dos veces en el mismo rio”. Dicho esto, es absurdo tratar de luchar con el cambio, porque queramos o no, va a ocurrir, con mayor o menor virulencia, más o menos caótico, más o menos comprensible para nosotros, más o menos disruptor, pero va a ocurrir.

Aceptar que no podemos controlar todo lo que ocurre a nuestro alrededor es fundamental para empezar a mirar con otros ojos nuestra realidad sin agobio ni ansiedad, porque es desde ahí, donde podremos ponernos a favor del cambio, sin temerlo ni minimizarlo. Observar en formato 360, va a ser una de las herramientas principales para conocer lo que ocurre en nuestro alrededor, así como en nuestro interior. Este enfoque 360 nos va a permitir reconocer nuestros recursos disponibles, así como las necesidades potenciales del entorno. Conocimiento y formación continua para no quedarnos obsoletos y sobre todo tener agilidad mental. Simplificar los procesos todo lo que sea posible y pasar a la acción masiva imperfecta, porque ya sabemos que no vamos a tener toda la información. Y por último adaptabilidad, para tener la capacidad de responder a las incertidumbres y los desafíos que surjan.

Nuestra mentalidad es la mejor herramienta en nuestros días. Cultívala.

 

María Alonso