En el 2012 cuando empecé a dedicarme al coaching, pocos sabían lo que era y se asociaba con el deporte o el mundo de la empresa, y en concreto para los directivos. Había una gran nebulosa al respecto y se asociaba con algo exclusivo y elitista.

Desde la Asociación Profesional de Coaching de Castilla y León tuve la oportunidad de participar en sus 4 congresos y en todas sus jornadas divulgativas. Con ellas queríamos llevar los beneficios del coaching a toda la población de una manera clara y sencilla. Estuvimos en León, Salamanca, Burgos, Valladolid, Palencia, Segovia y en el mundo virtual.

Hoy más de 10 años después puedo decir que se ha democratizado la participación en los procesos de coaching, en mi caso concreto trabajo más en la empresa, si bien también tengo clientes con objetivos personales con los que me encanta trabajar. No obstante, todavía hay muchas personas que no saben exactamente qué es y qué le puede aportar, a ellas es a quien dirijo este artículo con una intención de poner luz en sus dudas.

 

El coaching, según la Federación Internacional de Coaching es “una relación profesional continuada que ayuda a obtener resultados extraordinarios en la vida, profesión, empresa o negocios de las personas”. Suscribo esta definición totalmente, ya que requiere construir una relación de confianza entre los participantes, es una relación profesional, no una amistad y requiere de un profesional formado, y por último y muy importante, tiene un fin, lograr resultados. Tienen que existir los 3 elementos, porque si no será otra cosa, pero no coaching.

El coaching no es un invento moderno, sino que surge de la mayéutica socrática. Se basa en el diálogo como medio para lograr el conocimiento. El coach no le dice a su cliente lo que debe hacer, sino que le hace peguntas significativas, para que él, por sí mismo, descubra lo que necesita modificar en su vida. Por lo tanto, el coaching no es un proceso directivo, sino algo abierto y al servicio del cliente.

 

Principios fundamentales:

Uno de los principios fundamentales en los que se basa el coaching es que es imposible enseñar nada, únicamente se puede ayudar a las personas a encontrar su sabiduría y a averiguar cosas por sus propios medios.

El coaching considera a la persona como completa, creativa y llena de recursos, esto significa que el coach ve en su cliente todas las posibilidades abiertas y lo ve como un adulto responsable de su vida.

El coaching no es un proceso de terapia, ya que no hay pacientes sino clientes sanos y responsables de sus actos con los que trabajar en su futuro. No es consultoría porque no es un servicio de asesoramiento basado en la experiencia y los conocimientos. No es mentoring, porque no se realiza una guía que muestra el camino a seguir para lograr el mismo o semejante resultado que el mentor.

 

El coaching es…

Por lo tanto, el coaching es otra cosa, es un proceso de autodescubrimiento personal, acompañado por un profesional que te pregunta aquello que necesitas para descubrir tu camino. El coaching es un proceso de transformación en el que:

  • Aprendes a conocerte mejor, con los aspectos que más te gustan y lo que menos.
  • Descubres qué barreras has construido y que te están impidiendo lograr tus objetivos. Desarrollas la fortaleza y el coraje para enfrentarte a ellas.
  • Aprendes a marcarte unos objetivos y a hacer un plan para lograrlos.
  • Aprendes a dar el espacio que corresponde al miedo y la preocupación
  • Transformas la resignación en aceptación, para que te sirva de palanca hacia lo que quieres en tu vida.
  • Descubres tus talentos y habilidades
  • Aprendes a vivir con entusiasmo, confianza y seguridad.

Muchos son los beneficios que tiene el coaching en nuestra vida, para mí el más importante es que recuperas tu libertad, mi me gusta llamarlo “mi soberanía”, porque el soberano es el que decide.

 

¿Le sirve a todo el mundo?

Mi respuesta es no. No todo el mundo puede hacer un proceso de coaching. Si vas con la idea de que no funcionará, no funcionará. Si piensas que en tu vida no hay opción de cambio, o que ésta es la vida que te ha tocado, no te funcionará. Si eres de esas personas que siempre están en la queja, que no quieren cambiar y que solo esperan que los escuchen, o no está dispuesto a ponerse en acción y hacer cambios, tampoco te funcionará. Y por último, si piensa que el coach tiene una varita mágica y te va a dar soluciones hechas e inmediatas, no va a funcionar, porque no es así el funcionamiento de la metodología.

 

Por el contrario, si estás abierto a cuestionarte, a aprender sobre ti, a ser exigente, te funcionará. Si eres una persona que quiere más en su vida y no sabe por dónde empezar, te va a servir para ordenar tus ideas, tus prioridades. Si te va bien, pero no estás de todo a gusto contigo, te va a servir para reconocer tus valores, cómo los vives, que es importante par ti ahora y en el futuro. Si estás agobiado en el trabajo o en casa, las relaciones se complican, te cuesta levantarte por las mañanas y estás dispuesto a aprender y probar nuevas cosas, te funcionará y disfrutarás de lo que haces.

 

¿Cómo funciona?

Un proceso de coaching lo forman varias sesiones, en mi caso concreto hago una sesión de descubrimiento, sesiones de trabajo y una de cierre. La de descubrimiento me sirve para una cosa muy importante, poner los pilares de nuestra forma de trabajar, ayudar al cliente a pensar en varios de sus objetivos, a parar y escucharse a sí mismos. En el resto de sesiones vamos viendo los objetivos que le importan a mi cliente y como resolver las dificultades. Por último, hago una sesión de cierre y valoración de todo el proceso, es una sesión de celebración, de logros, de tener en cuenta dónde estaba el cliente al principio y dónde está ahora. En mi caso concreto, hago informes de todas las sesiones, para que nada se escape, y sí en un momento dado el cliente quiere revisar algo, tengamos la opción.

Las sesiones pueden ser presenciales, telefónicas y/o virtuales. La tecnología nos ayuda a que sea más sencillo. En mi caso no tengo preferencia.

 

Por último ¿cómo elijo a un coach?

Yo te recomiendo que busques un coach formado, que tengas un encuentro él o ella, y que te guíes de tu intuición. Hazte las siguientes preguntas: ¿tengo la sensación que confío en esta persona y a pesar de conocerlo poco siento que lo respeto? ¿Siento que me escucha y me comprende? ¿Tengo la sensación de que le puedo decir las cosas tal como son? Si tu respuesta ha sido positiva en ellas es un buen coach para ti. Si te entran dudas, busca otra persona.

 

Llegado este momento, espero haberte acercado un poco más al coaching, si deseas hacer una pregunta puedes contactar conmigo o poner un comentario, te contestaré personalmente.

Te deseo lo mejor en tu vida y si necesitas apoyo con gusto te atenderé para ver si yo soy la persona adecuada para ti.