Las creencias son pilares fundamentales de nuestra existencia, nos guían, nos motivan y dan forma a la percepción que tenemos del mundo que nos rodea. Las creencias nos ayudan a vivir mejor porque generan certeza, por ejemplo, si conduces en España sabes que debes de conducir por tu derecha, porque esa es la forma en la que te han enseñado y todo el mundo lo hace así, no lo cuestionas, lo asumes como cierto. Pero si viajamos al Reino Unido, es la izquierda la manera correcta de conducir, así que deberemos cambiar si queremos estar a salvo. Como ves, las creencias no son inamovibles ni verdades absolutas. Dicho así parece sencillo de identificar y cambiar, pero si piensas que no te mereces tener éxito, todo es más difuso y difícil de cambiar. Las creencias nos pueden ayudar o hundirnos, por eso hay que estar atentos a ellas, especialmente a las que no son beneficiosas. Si estas creencias están en el ámbito profesional, pueden ser barreras que obstaculizan nuestro crecimiento y éxito.

A lo largo de estas líneas exploraremos el poder de las creencias, cómo pueden limitarnos en nuestra vida profesional y lo mejor de todo, una forma efectiva para superarlas.

 

El poder de las creencias

Las creencias son ideas arraigadas en nuestra mente que aceptamos como verdaderas, ya sea basada en experiencias personales, influencias culturales o sociales. Tienen un impacto profundo en la percepción de nosotros mismos, de los demás y del mundo que nos rodea. Nuestras creencias influyen en nuestras acciones, decisiones y actitudes, diseñado así nuestra realidad y como nos relacionamos con ella.

Unas creencias que no son positivas, nos limitan en nuestra vida personal y profesional, haciendo que nuestro día a día pueda llegar a convertirse en “un infierno”. Echemos una mirada a algunos tipos de ellas

  • Creencias limitantes sobre nuestras capacidades y habilidades

Son altamente tóxicas, pensamientos como “no soy lo suficientemente inteligente” o “no tengo talento para hacer eso” frenar nuestro crecimiento y limitar nuestras oportunidades de desarrollo. Se nos olvida que hay muchas cosas que no sabemos hacer, pero tenemos gente a nuestro alrededor que, si sabe, o hay un mundo de posibilidades en las redes que nos dan pautas o métodos para hacerlo. Es una cuestión de actitud salir de ese pozo que nosotros nos hemos creado, si otros han aprendido, nosotros también.

  • Creencias sobre el éxito y el fracaso

Pocos tienen clara una idea de lo que es el éxito o el fracaso para uno mismo, son las ideas y las opiniones “socialmente aceptadas” las se toman como referencia y desde luego eso es un desastre. Las ideas preconcebidas influyen poderosamente en nuestra disposición para asumir riesgos y perseguir metas más ambiciosas. El miedo al fracaso, impulsado por creencias como “el fracaso es inaceptable” o “el éxito es solo para unos pocos afortunados”, nos paraliza y evitar que desarrollemos nuestro verdadero potencial profesional.

  • Creencias sobre el trabajo y el esfuerzo

Esta es una creencia poco conocida, pero de gran impacto en los resultados. Lo que se piensa sobre el trabajo y el esfuerzo limita nuestra capacidad para persistir ante los desafíos y perseverar en la búsqueda de nuestras metas profesionales. La creencia de que el éxito debe ser fácil o que el esfuerzo no vale la pena, sabotea nuestros esfuerzos y nos llevan a abandonar prematuramente nuestros objetivos. Por el contrario, la creencia de que el éxito es algo complicado, que requiere mucho esfuerzo y que, si no se hace así, no merece la pena, hace que trabajar se vea como una montaña infranqueable, desagradable y nada apetecible. En cualquier caso, no tiene en cuenta la evolución de la tecnología y los cambios en las necesidades sociales, económicas y culturales, que hacen que algo que antes costaba mucho ahora no sea así.

 

Cómo superar las creencias limitantes

El primer paso para superar las creencias limitantes es tomar conciencia de ellas. Para ello es necesario mirarnos a nosotros mismos a través de la autoevaluación y la reflexión. Si no nos gusta lo que vemos, es casi seguro que hay una creencia limitante que podemos identificar, definir como nos están frenando y comprender cómo se originaron.

Una vez identificada la creencia, es importante cuestionar la validez y precisión, preguntándonos: ¿Están basadas en hechos concretos o son percepciones distorsionadas de la realidad? ¿Son útiles o nos están limitando innecesariamente?

Cambia el enfoque, cultivar una mentalidad positiva y constructiva es esencial para superar las creencias limitantes. Esto incluye practicar la autoafirmación, visualizar el éxito y rodearse de personas que nos apoyen y nos animen a alcanzar nuestras metas.

 

Recordemos que las creencias pueden ser tanto aliadas como obstáculos en nuestra vida personal y profesional. Identificar y superar las creencias limitantes es esencial para liberar nuestro verdadero potencial y alcanzar el éxito. Cultivar una mentalidad positiva y estar dispuesto a desafiar nuestras propias creencias son pasos fundamentales en este proceso.

 

¿Tienes identificadas tus creencias limitantes? (Todos tenemos)

¿Eres consciente del precio que pagas por mantenerlas? ¿Estás dispuesto a seguir así?

Una sesión de coaching te ayuda a identificarlas y crear un plan de acción para cambiarlas.

 

María Alonso